22 de febrero de 2011

Reinventarse o...diseccionarse




La única manera de seguir vivo en esto de la música es romper algunos clichés y etiquetas que se dan por supuestas. Así es como Alis se reinventa en su nuevo trabajo “Material de disección”: dejando atrás fórmulas en las que había demostrado sobrada maestría. Domina como pocos, y así está demostrado en sus anteriores trabajos, el arte de la melodía pegadiza, esa que no te arrancas de la cabeza ni con terapia.

Habiendo superado esa materia con sobresaliente, quedaba demostrar que en otras asignaturas, aunque asegure en “El alumno oyente” que no tuvo nunca favoritas, también puede alcanzar la excelencia.
Y lo consigue: deja atrás temas de rabiosos y magnéticos estribillos para dar paso a medios tiempos con arreglos cuidados, más maduros, como una consecuencia inevitable de la evolución de esta banda, en su cuarto LP.

Sólo encontramos  alguna concesión al pop más naïf y directo en el single “Maniobra de distracción” o en “Irritable”. El resto es un ejercicio de sinceridad desgarradora.
Viaje en Zeppelin” nos inicia en el trayecto, “Telescopio” nos invita a mirar más allá. Platos fuertes: el poderosísimo estribillo de “El alumno oyente” o el conmovedor texto de “Mi cuarto y mitad”, sin olvidar las intimistas “Contraseñas” o “Canción popular”.

Quedamos emplazados para una nueva matrícula en otra asignatura diferente la próxima vez. No dudo que ,sin “estudiar ratos muy largos”, así será.

Telémako